miércoles, 30 de marzo de 2011

Bleak House

Hoy toca una nueva recomendación de una serie inglesa. Bleak House (Casa desolada) es una serie de la BBC que adapta la obra homónima de Charles Dickens.



Ambientada en la primera mitad del siglo XIX, Bleak House narra las aventuras de Esther Summerson, una joven que no ha conocido a sus padres y que se convierte en la compañera de Ada Clare. Ada y su primo lejano Richard Carstone son dos de los herederos de la fortuna Jarndyce que lleva tiempo incontable dirimiéndose en la Cancillería inglesa y que está generando gastos cuantiosos en los participantes y que ha provocado la locura y desesperación de muchos de ellos. Los tres son acogidos por Mr. John Jarndyce en Bleak House y, a partir de ahí, se suceden los romances, secretos, intrigas y demás. Relacionados con ellos a cierta distancia se encuentran Sir Leicester Dedlock y lady Dedlock y su abogado Mr. Tulkinghorn. Por supuesto, como en casi todas las obras de Dickens hay secretos familiares, intrigas, muertes (ocasionales o provocadas), amoríos y giros inesperados en la trama.

Al margen de la historia en sí, la novela de Dickens es una crítica social al sistema judicial de la época, donde la Cancillería se manejaba a voluntad del Lord Canciller, y de los abogados que no buscaban ayudar a sus clientes sino el beneficio propio (bueno, eso en gran medida no ha cambiado mucho). Eso sí, Dickens se las hace pasar canutas a sus protagonistas, como siempre, a pesar de que al final algunos de ellos puedan alcanzar la felicidad o la redención a sus males.


Esther y Ada en un momento confesión


Como todas las series de la BBC, destaca por contar con un amplio reparto muy solvente aunque algunos de los actores y actrices sean unos desconocidos por estos lares. Llama la atención Gillian Anderson (la ex-agente Scully) como la sufrida lady Dedlock o Charles Dance como el abogado Tulkinghorn, que acojona cada vez que sale en pantalla, entre los más conocidos. Del resto me quedo con el trío más joven, que solventa muy bien las relaciones románticas y los sufrimientos por los que pasan. Pero, en general, todos ellos, y son un reparto bastante amplio, están impecables con caras conocidas para aquellos que sigan las series inglesas. También me gustaría destacar la producción artística con una ambientación de la época, muy lograda y que está genial, aunque eso viniendo de la BBC es una norma ya; y la fotografía, con contrastes entre las escenas luminosas de campo y las oscuras y nocturnas en muchas de las que se desarrollan en la ciudad. De hecho, hay escenas que casi parecen sacadas de una película clásica de terror, con escasa iluminación, sombras y demás.



La serie tiene quince episodios que duran media hora, salvo el primero que llega a la hora, lo cual la hace ideal para verla en una pequeña maratón o poco a poco a la hora comer o cenar. Absolutamente recomendable si te gustan las novelas de Dickens y sus adaptaciones, así como las series ambientadas en el siglo XIX inglés. O simplemente si te gustan las series, claro.



Si te interesa, haz click aquí para lo que ya sabes. Y a disfrutarla.

martes, 29 de marzo de 2011

Carne fresca

Lo bueno de ir al gimnasio a primerísima hora de la mañana es que te encuentras con muy poca gente haciendo lo que tú, no tan poca como cabría esperar de seis y media a siete y media de la mañana, pero desde luego muchísimo menos que por el mediodía o la tarde. Lo cual implica no pelearte con la gente por usar un aparato o volverte loco buscando quien tiene la pesa que necesitas. Además de emplear la mitad del tiempo en realizar tus ejercicios gracias a dejar de luchar con el resto de los asistentes al coto de caza. Y encima después de una duchita y de la satisfacción del deber cumplido pues empiezas el día en el curro con energía. Bueno, con algo más de energía que si vienes medio dormido de casa.

La parte negativa de ir al gimnasio a esas horas, aparte del madrugón (que en sí tampoco es tanto) es que no te encuentras con los chulazos que van a mediodía o por la tarde. Es verdad que buena parte del tiempo que tardas en hacer los ejercicios lo pierdes viendo a aquel o al de más allá, situación que te ahorras por la mañana. La primera hora del gimnasio es propicia para alguna ama de casa, trabajadores sin tiempo por la tarde o, como más de uno entre los que me incluyo, los que aprovechan el gimnasio cerca del trabajo para matar dos pájaros de un tiro.

Así que no te extrañe que cuando llega carne fresca más de uno se revolucione. Como pasó el jueves pasado cuando subía la escalera a todo trapo para ir a trabajar y me encuentro de frente con un cuerpazo al que de 0 a 10 sólo se le podría dar un 11. Dado que coincidimos en el descansillo le cedí el paso para tener un segundo o dos de disfrute visual y empezar a salivar como los perros de Pavlov. El viernes lo volví a ver casi en la misma situación, yo me iba y él llegaba. Sin embargo, ayer lunes ya no apareció y casi estoy por pensar que ha sido una jugada cruel y perversa del destino, como diciendo "mira lo que te pierdes por venir a estas horas y no cuando acabes de trabajar". Ayer lunes empezó otro que tampoco estaba nada pero que nada mal. Mierda, como se nota que ha llegado la primavera...


viernes, 25 de marzo de 2011

Corazones

Hay que ver cómo funciona el corazón, ese músculo al que no solemos prestar mucha atención pero al que le debemos la vida. Literal y metafóricamente. Bueno, en ocasiones, también nos jode un poquito la existencia, para qué negarlo. Y eso que uno intenta ser racional, lógico y pensarlo todo con ecuanimidad y sopesando sus actos pero cuando el puñetero decide actuar, o dejar de hacerlo, entonces las cosas se van al garete.


Llevaba unas semanas muy raro, subiéndome por las paredes, atacado por cualquier chorrada, amulao como decimos por aquí (de morros, vamos) con T. Y él conmigo. Sin que nadie en concreto tuviese la culpa, simplemente las circunstancias, muchos factores y la conjunción de todo en este momento. Así que para evitar la posibilidad de un "marichalazo" que ha estado rondando nos hemos sentado a hablar. Y hablar, y hablar, y hablar. De cosas profundas y serias, de esas que deberían hablarse con frecuencia porque son la sal de una pareja y que se van dejando y postergando no se sabe muy bien porqué. Pero la cosa ha salido bien, al menos vamos saliendo del bache y la situación se ha tranquilizado estos tres últimos días.


Y ya basta. Que no me gusta agobiar al personal con problemas personales, que todo el mundo tiene los suyos. Supongo. Espero retomar el ritmo del blog poco a poco y volver a la normalidad. Y que mejor manera que con un poco de música.


miércoles, 16 de marzo de 2011

Cuarenta años reinando

Hace unos días leí que este mes se celebraba el cuarenta aniversario de Queen. ¿Cuándo nace un grupo? ¿Cuando se juntan sus componentes? ¿Cuando publican su primer disco? En ambos casos no fue en 1971 ya que el primer disco de Queen es de 1973 aunque es verdad que hace cuarenta años grabaron una demo con varias canciones para su publicación. De todas maneras, cualquier excusa es buena para poner una canción de ellos.


martes, 15 de marzo de 2011

Bailando

Siempre me ha fascinado la gente que se dedica al ballet. La perseverancia y constancia durante años, las horas de entrenamiento y ensayos, la lucha por mantener un cuerpo acorde a la estética del ballet, básicamente porque se halla en las antípodas de mi carácter. Creo. Al menos, nunca habría podido ser un buen bailarín, claro que eso ya lo saben porque lo he contado más de una vez. Así que envidio, de una manera no malsana, a los que se dedican a ello. Incluso para divertir. Y ahora que El lago de los cisnes se ha puesto de moda con la peli de Cisne negro pues ahí va un aperitivo.

El original.




La copia (parte del número).




Y de propina.


viernes, 11 de marzo de 2011

Nostalgia

Cuando comencé con esto del blog allá por el 2007 (anda que no ha llovido ni nada) había una auténtica efervescencia bloggera por todas partes. Muchos blogs, mucha gente escribiendo, mucha información, que con el paso del tiempo se ha calmado un poco, algo así como el estallido de una supernova que va dando paso a algo nuevo. Tener un blog ahora ya no está tan de moda como entonces. Supone un mayor esfuerzo tener que escribir estas entradas con una cierta periodicidad y la gente ha preferido la inmediatez de la información y de conexión a través de otras medios como pueden ser Facebook o Twitter.

No me arrepiento de tener abierto el blog. Nunca. A través de él he conocido a un montón de gente increíble, me he reencontrado con otra a la que había perdido la pista, he aprendido mucho y me he divertido bastante. Y tampoco quiere decir que lo vaya a cerrar, al menos no a corto plazo (espero tener tecla para rato).

Pero echo de menos los viejos tiempos y a algunos blogeros que han echado el cierre o casi. Echo de menos a Will y sus aventuras en la empresa que le quitaba la vida, a Sota y sus posts antipolíticos y antireligiosos, a Ariel y sus posts dibujados (aunque se mantiene escribiendo), a Mac y sus viajes ultradetallados, etc; y algunos efectos colaterales como las partidas de trivial en el IRC donde ganar era más difícil que ganar la lotería... En fin, supongo que es la nostalgia y pensar que el pasado siempre fue mejor. Aunque no sea del todo cierto porque sigo pasándolo igual de bien cuando escribo y leo los blogs de los demás. Pero ello no quita para que les siga echando de menos. Menos mal que nos queda el Facebook.


jueves, 10 de marzo de 2011

Uniones gripales

Siempre había creído que cuando te casas y en la ceremonia van y dicen eso de "... en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad..." y tal, pues que eran frases hechas. Y no, qué equivocado estaba. Porque si uno se enferma, ahí va el otro detrás igual, para que sepa cuánto de mal lo ha pasado el primero.

Cuando la semana pasada T. cogió la gripe de manera bestial, mi sentido común dudaba entre recluirlo directamente en el dormitorio y pasarle la comida por un ventanuco o emigrar a casa de alguien para evitar cualquier posible contagio. Pero en seguida se impuso mi conciencia de marido sufriente apoyado por esa pequeña enfermera Nightingale que todos llevamos dentro. Y, vamos, que me pegó la gripe, no tan fuerte como él la cogió pero sí que bien pegada. Entre la tos tuberculosa, que parecía que iba a echar los pulmones, y el agua que salía de mi nariz desde el lunes he pasado un puente de carnaval estupendisisimo (vale, ya quito el Modo irónico). Ayer miércoles tuve que ir al médico visto que no había manera de que la tos se me quitase. Casi parece que el video que puse el sábado pasado era premonitorio.

Lo peor ha sido eso, que no he podido disfrutar del puente. Ni salir ni carnavales ni nada de nada. Ni tan siquiera viendo mis series o películas porque entre el catarrazo y el dolor de cabeza por culpa de la tos ni ganas de ver nada, aunque algo sí que cayó., si no menudo aburrimiento Y, por supuesto, aún menos de leer. Vamos, la alegría de la huerta. Y sí, por fin ya estoy mucho, mucho mejor.


sábado, 5 de marzo de 2011

Música (XI)

Esta aria siempre me pone los pelos como escarpias y la piel de gallina. Que grande era Verdi.

viernes, 4 de marzo de 2011

Comedias sin chispa

Cuando hago una reseña de un libro o una serie intento ser lo más objetivo posible en la descripción y luego doy mi opinión que es totalmente subjetiva. Por lo general, intento ser abierto en los gustos y catar de todo para luego quedarme con lo que me gusta. Y algo así ha pasado con dos series. Pero en este caso creo que hay una subjetividad inconsciente.

Partamos de la base de que nunca me gustó Friends. Sí, los confieso. Ví algunos episodios, sobre todo por el personaje de Phoebe, pero nunca he entendido el porqué del enorme éxito de esa serie. De verdad. Si lo analizo fríamente diría que ni me caían bien los personajes, ni me gustaban las historias, ni me gustaban los actores/actrices. Por eso no he visto nada de lo que han hecho posteriormente, ya sea en película o serie (bueno, corrijo, llegué a ver Perdidos en el espacio en la que salía Matt LeBlanc, aarrrrgghhhh), y disfruté enormemente cuando en Come fly with me le hacían la puñeta a David Schwimmer.

Todo esto viene a cuento porque desde enero se han emitido dos series en los que salen antiguos protagonistas de Friends. La primera es Episodes, en la que una exitosa pareja de guionistas ingleses son convencidos por un productor americano para adaptar su serie al gusto estadounidense y en la que se acaba proponiendo como protagonista a Matt LeBlanc, que hace de él mismo.




Sólo he aguantado dos de los siete episodios que han emitido y que conforman esta primera temporada (acabadita de terminar) y se supone que es una dramedia, esa combinación de comedia y drama que tan de moda se está poniendo en algunas series. En realidad, ni es chicha ni limonada, ni me hace reir, ni tan siquiera ya sonreir, y la parte dramática tampoco parece nada del otro jueves. Las situaciones son tópicas y típicas, y si al menos las explotasen con más gracia (como el hecho diferencial britanico-estadounidense) pues aún pero ni eso; tampoco me parece que haya mucha química entre los protagonistas. Y sale Matt LeBlanc, y ahí sí que no soy nada objetivo porque no le aguanto demasiado.

La otra serie es Mr. Sunshine, que ésta sí que se supone es una comedia comedia, centrada en el día a día de un centro deportivo que lo mismo acoge un evento de deportes que un concierto de música que un circo. Tiene como protagonista a Mathew Perry que ejerce de gerente del mismo con toda una pléyade de secundarios ejerciendo diversas actividades.









Esta es susceptible de ser más gamberra y hay personajes que dan más juego para el punto cómico. Pero, a excepción de la dueña del centro que tiene su punto surrealista-egocéntrico-narcisista, ninguno de los demás me llama la atención: bastante planos, más típicos y tópicos y nada que resaltar. Encima el protagonista se encuentra en plena crisis de los cuarenta (toma topicazo) con todo lo que ello conlleva de situaciones amorosas/parejiles, me siento infravalorado, etc etc. Ahora dudo entre aparcarla o ver agún episodio más a ver si la cosa mejora algo. Dudas, dudas.

El problema es que hay tanta oferta que cuando algo no te llama la atención, como son estas dos, me planteo no seguir y ponerme con otra cosa, que tampoco es plan de perder el tiempo viendo algo que no te satisface plenamente cuando hay otras por ahí que tal vez sí. No obstante, no te dejes llevar solamente por mi crítica. Si estás interesado en darle una oportunidad, y tal vez deberías, pues aquí está Episodes y aquí Mr. Sunshine, para lo que tú y yo sabemos.
Y ahora quería poner una poca de música pero como el ordenador del curro no me deja, aquí les dejo el enlace de una auténtica comedia. Que ganas de volver a mi antiguo puesto, leñe.

Actualización: He visto que Alberto Rey en su blog Asesino en serie también comenta hoy Mr. Sunshine. Ya lo había hecho con Episodes.

martes, 1 de marzo de 2011

Oscars

Supongo que a estas alturas les doy por enterados de los resultados de los Oscars y todo eso. No he visto la ceremonia, ni tan siquiera veré el resumen porque hace muchos años ya que no tengo el Canal Plus y su variante digital. Pero aún así ahí van algunas reflexiones sobre los premios.

- Me alegra que le hayan dado el Oscar a Colin Firth pero no creo que El discurso del rey sea la mejor película del año. Ni tan siquiera es la mejor dirección que debería haber caído en David Fincher o Aronosfky, más merecedores del premio que Hooper.

- Dicen que con ello la industria hollywoodense se ha mostrado conservadora. ¿Es que alguna vez no lo ha sido? A ver, que alguien me refresque la memoria porque siempre he tenido la sensación de que los premios siempre se los llevan los mismos o sus variantes. ¿O de verdad alguien se puede creer que no hay mejores películas el año pasado que El discurso del rey? Sin desmerecer esta, claro.

- Para mí la gran derrotada es La red social, a pesar de llevarse tres premios. Hubiese apostado que se llevaría el de mejor dirección, como comenté en twitter pero ni eso. Y es una pena porque, en conjunto, me parece mejor dirigida que El discurso del rey que se salva por las interpretaciones. Creo que le lastró que el protagonista no cae muy bien, demasiada ambiguedad para Hollywood ¿es bueno? ¿es malo? ¿es tonto o un listo con cara de tonto? lo cual, por otra parte, es lo que más me ha gustado de ella.



- Si miramos en cifras otra triunfadora ha sido Origen. Mira que se lo dije a raulgbb por twitter cuando comentó que era la que iba a ganar, que no desease no sea que se cumpliese. Y le apunté el caso de Star Wars que en 1977 se llevó seis estatuillas (todas ellas en apartados secundarios como los técnicos, vestuario, montaje y banda sonora) por encima de la triunfadora de aquel año, Annie Hall. En realidad, era algo que se veía venir y hubiese podido conseguir alguno más como el de la banda sonora.

- No comento nada de la ceremonia porque no la he visto. Pero leído y escuchado algo, parece que James Franco tenía un plan maestro para que nunca más le vuelvan a llamar para presentarlos, algo así como lo que hizo Gervais en los Globos de Oro de este año. Me quedo con lo guapa que estaba Natalie Portman con ese traje lila y lo rara, por no decir otra cosa, que iba la Pe y se parecía a un clon de JLo.



- Para acabar, pues hablo de lo mío. No se si la banda sonora de La red social es la mejor del año pasado. Puede ser, aunque hubiese preferido otras como la de Origen o El discurso del rey. Sin embargo, en este caso los compañeros músicos creo que han optado por elegir a un score más innovador, que se sale de la habitual banda sinfónica y tiene toques más rockeros y alternativos con sintetizadores y usando temas insistentes, que la verdad es que casan muy bien con las imágenes aunque fuera de ellas puede ser un poco árido.